El Instituto de Procesos sostenibles (ISP) de la Universidad de Valladolid y la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados (ANFACO-CECOPESCA) suman fuerzas en este proyecto, que estudiará el uso de las conchas de mejillón como relleno sostenible en biofiltros para la depuración de aguas de acuicultura
El proyecto BIOSHELL permitirá al ISP y ANFACO-CECOPESCA trabajar conjuntamente en el desarrollo de un nuevo biofiltro sostenible y de bajo coste para la recuperación de agua en plantas acuícolas. Como asegura la asociación en un comunicado, “el aumento de la demanda de pescado y el estancamiento de la producción pesquera han incrementado la responsabilidad de la acuicultura como fuente de productos marinos”. Por ello, el proyecto pretende desarrollar un biofiltro para la depuración de agua de acuicultura usando como relleno uno de los materiales residuales más proliferantes en la actividad acuícola: la concha de mejillón.
El objetivo final de BIOSHELL es la reducción del consumo de agua en este sector. Ante el aumento de la demanda de pescado que expone la patronal conservera, se plantea el reto de desarrollar estrategias sostenibles de producción que permitan luchar contra la sobreexplotación de los recursos. Para ello, el ISP y ANFACO-CECOPESCA evaluarán inicialmente el funcionamiento del biofiltro relleno con conchas de este molusco a escala de laboratorio. Se estudiarán, además, las diferencias respecto a un filtro control convencional.
El siguiente paso del proyecto BIOSHELL será evaluar el funcionamiento del biofiltro en condiciones reales. Así, con los resultados obtenidos en laboratorio, el ISP realizará el diseño del equipo a escala piloto. El sistema será evaluado en un entorno real gracias a la participación de la empresa acuícola Grupo Tres Mares, en cuyas instalaciones se implementará el nuevo sistema.
El uso de biofiltros sostenibles y de bajo coste como el que se propone desarrollar BIOSHELL es especialmente interesante en periodos en los que no puede satisfacerse las necesidades de agua de la planta de acuicultura, debido a problemas de suministro. Cuando esto ocurre, es necesario trabajar en recirculación y, por tanto, obliga a tratar de forma eficiente el agua de salida.
El tratamiento de agua con filtros biológicos permite eliminar tanto amoniaco, un compuesto altamente tóxico formado como resultado de la propia actividad ?siológica de los peces, como los nitratos procedentes de la oxidación de este amoniaco, que en condiciones de circuito cerrado se acumularían hasta alcanzar concentraciones dañinas para la supervivencia de las especies cultivadas. Sin embargo, BIOSHELL va más allá y plantea la novedad de utilizar en este proceso de depuración la concha de mejillón como relleno de los filtros biológicos, lo que garantiza la reutilización de un importante material residual de la actividad acuícola. BIOSHELL apuesta así por el desarrollo de de tecnologías de depuración sostenibles y de bajo coste que impulsan, a su vez, el desarrollo de una acuicultura sostenible.
Una vez desarrollado el trabajo de campo, los resultados del proyecto se evaluarán desde una perspectiva ambiental y económica. Con ello, se pretenden tener en cuenta todas las variables que podrían afectar a una potencial integración de este novedoso sistema en plantas reales de acuicultura. Además, los resultados de BIOSHELL se harán públicos y “se difundirán en el sector de la acuicultura española, para incentivar a las empresas a implantar estos procesos de depuración más sostenibles y en línea con los principios de economía circular”, asegura ANFACO-CECOPESCA en su comunicado.
El proyecto BIOSHELL se enmarca en la convocatoria para el fomento e impulso de la sostenibilidad pesquera y acuícola, dentro del Programa pleamar, cofinanciado por el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP), con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica, a través de la Fundación Biodiversidad.