Pablo Amor: “Cuando un investigador joven obtiene una ayuda del ERC, se le abre un mundo infinito de oportunidades”

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El director de la Agencia Ejecutiva del Consejo Europeo de Investigación (ERCEA) visitó Valladolid para protagonizar una jornada informativa sobre la actividad del ERC (European Research Council) y sus convocatorias de subvención para investigadores

La Facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid recibió este 11 de marzo la visita de Pablo Amor, enmarcada en la “Jornada sobre las ayudas para investigadores en el Espacio Europeo de Investigación”. Amor, ingeniero eléctrico y MBA por la Universidad de Standford, es uno de los padres fundadores del programa ERC, puesto en marcha en 2007.

La promoción de investigación de vanguardia y máxima calidad son los objetivos de este organismo. Como expuso el ponente, “el ERC funciona de una manera ascendente, basándonos en la iniciativa del investigador, lo que le concede una mayor flexibilidad”. “Se financia a un persona con una idea brillante”, continuó explicando, antes de hacer hincapié en el papel de las universidades como meros intermediarios: “pensamos siempre en el investigador principal, la universidad es solo un mediador, el investigador puede ejercer portabilidad y marcharse a otro sitio (…) un poder que, de hecho, suele molestar bastante a estos centros”.

          Aula Mergelina momentos antes del inicio de la jornada.

Las ayudas concedidas por este programa se estructuran en tres bloques, dependiendo del estadio de la carrera científica en el que se encuentre el investigador, starting, consolidator o advanced. Además, es el propio interesado quién puede decidir inicialmente el panel de evaluación en el que presentará su propuesta, de entre los 25 existentes: 9 en ciencias naturales, 10 en ciencias físicas e ingeniería y también 6 en ciencias sociales y humanidades, que, como expuso Amor, son el apartado que más ha crecido en los últimos años.

En muchas ocasiones, “la máquina de generar financiación de Bruselas”, como la definió el ponente, ha sido acusada de exceso de burocracia, un problema que, según Pablo Amor, no se da en el Consejo Europeo de Investigación: “este programa es gestionado por investigadores y para investigadores, no por funcionarios”. Una sentencia a la que siguió una breve explicación sobre la formación del Consejo Científico de ERC, encargado de reclutar miembros para los paneles y participar en la evaluación de los proyectos. Una evaluación estructurada en dos pasos, primero, convencer al panel sobre el interés de la idea, y, en segundo término, convencer a evaluadores más especializados sobre la metodología.

Este Consejo Científico se encuentra integrado por 22 miembros, con españoles como el economista Manuel Arellano y un premio nobel, el químico orgánico Ben Feringa. Es esta misma excelencia la que se exige a aquellos que quieran acceder a las ayudas de ERC, ya que, como aseveró su director durante la charla, “en el ERC todo lo que se financia es pata negra y no todo lo que es pata negra llega a financiarse (…) cuando un investigador joven obtiene una ayuda económica de nosotros, se le abre un mundo infinito de posibilidades«. El prestigio es tal que muchas universidades de nivel apuestan por financiar a aquellos que finalmente son desechados por este programa.

Además, Pablo Amor quiso aclarar que, a diferencia de lo que sucede con el resto del programa HORIZONTE 2020, desde el Consejo Europeo de Investigación se valora prioritariamente la calidad de la propuesta, no si esta tiene alguna aplicación en cuanto a transferencia tecnológica. Asimismo, animó a los investigadores de la Universidad de Valladolid a presentarse a estas convocatorias y a no desanimarse pronto ya que “la tasa de éxito de los que se presentan por primera vez es del 8%, y hay casos de gente que no lo consigue hasta siete años después”. Unas cifras que dan idea de la excelencia que se busca desde este programa, por el que, de hecho, han pasado ya premios Nobel como Konstantin Novoselov, ganador en Física por sus experimentos sobre el grafeno.

No obstante, Pablo Amor quiso dejar también claro que el prestigio de las universidades o la trayectoria del investigador no son tenidos en cuenta a la hora de conceder las ayudas, ya que “se pretende juzgar únicamente la capacidad del investigador y la excelencia de su idea”.

El objetivo del ERC es dar un empujón definitivo al nivel investigador en Europa, ya que, como reconoció el propio ponente “se produce mucha investigación mediocre” y situarlo cada vez más cerca de Estados Unidos, líder absoluto. Para ello cuenta también con las ayudas Proof of Concept, por valor de 150.000€ y destinadas a innovadores y que, como comentó el director de ERCEA, “son las que encantan a los políticos”, debido a su capacidad a la hora de plantar el germen de futuras empresa.  A esto se suman las ayudas Synergy Grants, en el que se busca de dos a cuatro investigadores que trabajen en un problema más complejo e interdisciplinar, para lo que se conceden 10 millones durante seis años.

El ERC cuenta actualmente con 100.000 artículos en prestigiosas revistas científicas y, de entre los grandes financiadores de investigación, son los que más publicaciones tienen. Datos que dan idea de su prestigio y del atractivo de sus convocatorias, destinadas a los investigadores excelentes que inician su carrera y también a prestar apoyo a métodos de trabajo emergentes en el mundo científico, con potencial para crear resultados decisivos.

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